Transformar palabras en imágenes es todo un arte que
requiere de un trabajo que se compone de diversas fases. A lo largo de este post
trataremos de dar nuestra propia visión al guion de las secuencias 9 y 10 de La isla mínima. Para ello, en primer
lugar, haremos varias lecturas del guion para comprender qué quiere transmitir,
conocer los elementos que componen la trama de las secuencias y ver qué
requiere visualmente y qué podemos aportar nosotros.
Trataremos de hacer una propuesta adaptada a las exigencias
del guion, pero distinta de la realizada en la película dirigida por Alberto Rodríguez,
ofreciendo nuestra propia visión del documento basándonos en referentes
debidamente justificados. Para ello, nos centraremos en los siguientes
elementos: personajes, vestuario, localizaciones, composición visual y
dirección de fotografía. Para la identificación de estos elementos, utilizaremos
dos documentos base de las producciones audiovisuales: las hojas de desglose o
desglose de producción y el storyboard, también denominado desglose de
dirección.
A continuación se muestra el guion subrayado para facilitar la realización de las hojas de desglose:


Personajes
Tras varias lecturas, la identificación de los elementos y
la realización del desglose de producción, podemos identificar a dos personajes
principales, Juan (presente en ambas secuencias) y Pedro (solo presente en la
secuencia 9). De ambos sabemos que son policías y que se encuentran de noche en
una feria de un pueblo de Madrid.
Por lo que se nos muestra, Pedro ha escrito una carta
publicada en un periódico criticando comentarios que califica de fascistas por
parte de un general militar. Esto ha provocado que aparten a ambos de un caso.
Por un lado, vemos a Pedro, un hombre con unos ideales marcados
que le definen y que le llevan a actuar de formas que no agradan a sus
superiores. A pesar de que le puedan sus ideales, parece ser bueno en su
profesión, ya que tiene un gran sentido de la justicia y la democracia, además
de mostrar tener buena puntería con las armas. Muestra su responsabilidad
nuevamente al marcharse (probablemente a dormir a su casa) en el momento en el
que su compañero pide una botella de una bebida alcohólica.
En el lado opuesto tenemos a Juan, un policía que dice de sí
mismo no ser el que más futuro tenga, lo que demuestra no acertando ninguno de
los disparos (lo contrario que su compañero). Mientras que de Juan sabemos que se
interesa por su trabajo y la política, de Juan solo se habla que le saca dinero
a putas y bares, lo cual demuestra siendo el que pide vino dulce y quedándose
bebiendo hasta bien entrada la madrugada.
De esta forma, podemos comprobar que estos compañeros son
como polos opuestos, pero se complementan y existe una aparente buena relación
entre ellos. Uno tiene ambiciones y valores que le llevan a actuar de forma que
desafía a sus superiores mientras que el otro es más subordinado y le reprocha
este tipo de actuaciones, aunque le presta su apoyo, lo cual acaba teniendo
consecuencias también para él. Uno es exigente y dedicado, el otro conformista
y descuidado. Recuerda un poco a la dinámica del "poli bueno" y el "poli malo".
Teniendo en cuenta esto, personalmente he considerado como
posibles actores del panorama español a Luis Tosar como Juan y a José Coronado como
Pedro. Esta elección se debe en parte a que su aspecto físico me encaja para
estos personajes, además de su trayectoria fílmica, en la que ambos han
interpretado papeles del ámbito policiaco como en No habrá paz para los malvados o La sombra de la ley respectivamente. Además, han trabajado juntos
en Cien años de perdón, lo que
asegura un buen resultado y una buena química a la hora de trabajar, además de
que ambos son grandes actores. José Coronado personalmente me transmite más esa
defensa de valores de Pedro mientras que Luis Tosar me cuadra más como alguien
dado al alcohol y a las mujeres (no por su personalidad sino más bien por su
aspecto físico).
Además de los dos protagonistas, destacan otros personajes
secundarios con los que ambos interaccionan en algún momento. Tenemos al dueño
del puesto de tiro al blanco, el dueño del puesto en el que Juan invita a una
ronda a tres hombres y estos tres hombres. Por lo poco que se conoce de ellos,
los dos dueños de los puestos son feriantes y los hombres de mediana edad son
del pueblo o de la zona.
Dada mi experiencia personal a la hora de moverme por las
ferias de diversos pueblos, escogería por ejemplo a Moreno Borja, actor de la
película Carmen y Lola, como dueño
del puesto de tiro, ya que una parte del gremio de los feriantes suele ser de
etnia gitana. Para el dueño del “chiringuito” podría encajar Juan Echanove, que
regentaba un bar en la serie Cuéntame cómo
pasó y tiene un aspecto campechano, por lo que encajaría en la estética. Si
no, también había pensado en Jesús Castejón para el elenco, nuevamente porque al
imaginarlo también me viene él a la mente, probablemente por su papel en la
serie Estoy vivo.
En cuanto a los tres chicos que beben juntos en una mesa y a
los que invita a una ronda Juan, me vienen a la mente actores como Quim Gutiérrez,
Miguel Ángel Muñoz o Hugo Silva, nuevamente por imaginármelos, con los pocos
datos que se nos da de los personajes, de esta manera.
Vestuario
La lectura de este guion personalmente me transporta al
pasado, concretamente a la década de los 90. Es por esto que la vestimenta de
los protagonistas como de los figurantes y personajes secundarios debe ser
acorde al look de la época. Los 90 fue la época de los pantalones vaqueros, los
petos, las camisas de cuadros, las chaquetas tipo bomber, las sudaderas y la
ropa oversized con colores y estampados llamativos.
Teniendo esto en cuenta, el vestuario planteado para Juan sería
el siguiente: vaqueros holgados desgastados, una camiseta blanca básica de
cuello redondo con una camisa de cuadros entreabierta por encima y una bomber
negra desgastada. Para Pedro podríamos emplear un estilismo similar, pero algo
menos desaliñado: pantalones vaqueros, una camisa ancha metida por dentro del
pantalón de color crema y una bomber marrón con coderas del color de la camisa.
A continuación, podemos ver algunos estilismos como referentes:


Localizaciones
La localización que se menciona es una feria colocada a lo
largo de la travesía de un pequeño pueblo de Madrid. En cine, normalmente se
rueda en sitios que no están ubicados donde se supone que están por facilidades
para el rodaje. Dado que Madrid es una comunidad más masificada que Castilla-La
Mancha y por la relativa cercanía a la que se sitúan Madrid y Guadalajara,
podría rodarse en alguno de los pueblos más pequeños de la zona del Henares.
Una buena opción por su estética sería Villaseca de Henares, ya que es un
pueblo pequeño de estética rural. ¿Por qué este pueblo en concreto? Como bien
hemos mencionado, es un pueblo rural, que tan solo cuenta con 30 habitantes y
que se sitúa al lado de Yebes, el pueblo de España que más crece según el
diario ABC. Se podría aprovechar el rodaje para fomentar un aumento de la
población del pueblo y así reactivar su actividad. Se dispondría del espacio
necesario para el rodaje y un proyecto así probablemente sería bien recibido en
la localidad.

En cuanto a los puestos de feria, no tendrían que ser
muchos, ya que se trata de un pueblo pequeño. Se podrían prescindir de las atracciones
y constar únicamente de puestos de comida y bebida, tómbola, algún juego de
puntería, obviamente el puesto de tiro y alguna máquina como Zoltar (famoso por
aparecer en la película Big) o máquinas
de medición de fuerza, por ejemplo. Entre los edificios y decorando el ambiente
habría farolillos simples con bombillas redondas de colores y con luz blanca cálida.
Habría cierto caos de sonido ambiente que entremezcla la música que se escucha
entre los diversos puestos de la feria, además de una tarima para música en directo
en la plaza. En la misma plaza, situada al principio de la feria (o al final,
según como se mire), habría mesas y sillas para disfrutar de las actuaciones o para
consumir productos de la feria.


Dirección de fotografía
En cuanto al estilo de la fotografía, personalmente consideraría
apropiado un estilo como el de grandes directores de fotografía, concretamente
el estilo de Gordon Willis o el de Hoyte Van Hoytema. Un tratamiento del color del
estilo al realizado por Hoyte Van Hoytema en Her, con una atmósfera lumínica tan especial como la de ese film en
el que también encontramos una secuencia en una feria. Las luces, al ser secuencias
nocturnas, serían tenues y tirarían más hacia colores cálidos. Pero, para
definir el estilo de dirección de fotografía, qué mejor que ver ejemplos de
estos dos referentes para comprender mejor lo que se busca, pues las imágenes
lo explican mejor que las palabras:
Composición visual
Por último, ara fragmentar un guion en planos, se utiliza el storyboard.
Sin embargo, dadas mis nulas dotes para el dibujo y para la perspectiva, trataremos
de plasmar mi visión del guion de forma descriptiva. Para ello, aclararemos algunos
aspectos de la adjudicación de planos realizada al margen del guion.



Comenzamos con un plano general (PG) con gran profundidad de
campo para sitúa al espectador en el contexto en el que nos encontramos en la feria.
Con movimientos de cámara como, por ejemplo, un travelling, se recorre la feria
hasta llegar al puesto de tiro en el que se encuentran los protagonistas.
Después pasaríamos a un plano medio (PM) en angulación tres
cuartos sobre los protagonistas y que permita ver también al dueño del puesto y
la entrega de los plomillos, permitiendo ver desde algo por encima de sus
cinturas hasta algo por encima de sus cabezas. En esta primera instancia, habría
gran profundidad de campo para ver los elementos dentro del puesto de tiro.
El resto de la secuencia sería en PM también, pero con una angulación
más lateral y con menor profundidad de campo para centrarnos más en los
personajes y su conversación. Se jugaría con el foco sobre el interlocutor que
habla, apareciendo los dos en plano (uno más inclinado hacia delante para que
se les vea a los dos). También se incluiría una dinámica de plano-contra plano,
alternando los lados desde los cuales se les graba y sin ser siempre este el del
interlocutor que habla.
Para algunos de los disparos se podría realizar un plano
semi subjetivo desde el hombro de los personajes, guiando la vista del
espectador por la escopeta hasta que se ejecuta el disparo y se muestra en primer
plano/plano detalle (PP/PD) la caída del premio, en caso de que esta tenga
lugar.
La transición de la secuencia 9 a la 10 está pensada para
realizarse con un plano detalle y un cambio en el momento en el que Juan deja
el vaso sobre la barra, pasando de haber un único vaso a varios y cambiando la barra
por la oxidada de un puesto de bebida.
Para situar en el nuevo escenario, además del cambio sonoro
y lumínico, se vuelve a realizar un PG con movimiento panorámico que muestre la
nueva ubicación. En esta secuencia, los PM serán similares a los de la anterior,
centrados en Juan y el camarero.
Los PP de reacción en ambas secuencias denotan la
importancia de lo mencionado y buscan de reflejar la expresión y el trasfondo
de lo dicho con palabras, nos transportan a la mente del personaje. Los PD de
objetos concretos como las pastillas o las botellas caracterizan al personaje
de Juan y se enfocan por ser de relevancia con poca profundidad de campo.
Bibliografía
Cano, L.
(28 enero 2019). El pueblo que más crece, vecino del más deshabitado. ABC Sociedad. Recuperado de: https://www.abc.es/sociedad/abci-municipio-mas-repoblado-vecino-aldea-mas-deshabitada-201804271435_noticia.html
Bezzia.com. (12 septiembre 2017). Un
repaso por la moda de los años 90. Recuperado de: https://www.bezzia.com/un-repaso-por-la-moda-de-los-anos-90/
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